Un artificio vital para la memoria por Alejandro Flores Jiménez.

 

2. Tria subinde in arte humana omni esse debere memento: singula primo sapienter priusquam fiant excogitentur, secundo mature strenueque expediantur, tertio ea quae excogitata expromptaque sunt serventur atque viriliter defendantur.
3. Hinc tres Deos artibus omnibus praesidere tradit antiquitas: Pallada, Vulcanum et Martem. Haec est opifica quaedam numinum trinitas, Iovi summo rerum architecto semper adstans, ita ut quemadmodum trinitas tota ad Iovem, ita Vulcanus et Mars ad Palladem.

(Giordano Bruno, Sigillum sigillorum, parte I, parágrafo 2 y 3, ed. Tocco-Vitelli, p. 161.)

Traducción del pasaje:

2. “Recuerda que en toda práctica humana deben seguirse tres cosas inmeditamente: en primer lugar, cada cosa debe ser ideada sabiamente antes de realizarse; en segudo lugar, debe ser ejecutada oportuna y resueltamente; en tercer lugar, las cosas que han sido ideadas y desplegadas deben ser observadas y defendidas valientemente.
3. De aquí que la Antigüedad transmite que tres dioses presiden todas las prácticas: Palas, Vulcano y Marte. Esta es una cierta trinidad de divinidades artífice, que siempre asiste a Júpiter, sumo arquitecto de las cosas, de tal modo que, así como la trinidad toda asiste a Júpiter, así Vulcano y Marte asisten a Palas.

Comentario:

Una de los problemas más comunes en la consecución de los objetivos del filósofo es la inestabilidad del alma a la hora de realizar y mantener sus empresas con vistas al mejoramiento de la misma, o en términos platónicos, con vistas a la consecución del bien del alma que significa la virtud. Por ello, aunándose claramente con esta empresa platónica, Giordano Bruno nos regala al comienzo de su Sigillum sigillorum un sello, es decir, una imagen mnemotécnica que debe quedar impresa en nuestra alma para auxiliarla en los momentos en que ésta flaquee a causa de las vicisitudes de la vida cotidiana y los peligros de la costumbre y el vicio.
En efecto, en dicho pasaje Bruno enumera los tres componentes que toda práctica debe considerar en su realización, esto es, idear, ejecutar y mantener aquello que se ha determinado sabiamente como lo óptimo a realizar. Para poder retener estos tres momentos en la construcción y afianzamiento de una práctica, Bruno nos propone una imagen trina de los dioses grecorromanos: Palas, diosa de la sabiduría; Vulcano, dios forjador del hierro y Marte, dios de la guerra, de la perseverancia y de la disciplina. Tal triada, nos dice Bruno, asiste a Júpiter, que es figurado por Bruno como sumo arquitecto, es decir, como el que puede edificar cualquier cosa y, por ello mismo, como representante de la instancia del alma capaz de edificar una sabia y bella imagen de la misma, esto, con la asitencia de la acción meditada sabiamente, de la ejecución resuelta y de la valiente defensa de lo meditado y resuelto.
Por tanto, si nos esforzamos en grabar en nuestra fantasía y posteriormente en nuestra memoria una imagen como la propuesta por Bruno, imprimiremos en nuestra alma un sello con cuatro elementos que saldrán a nuestro encuentro cada vez que los necesitemos para auxiliarnos en la adquisición de lo mejor y en el rechazo de lo defectuoso.