Ciclo de Conferencias sobre el Alma

Les extendemos la más cordial invitación a asistir al Ciclo de “Conferencias acerca del alma”, que tendrán lugar los días 28 de octubre, 4, 7 y 11 de noviembre en la Sala de Videoconferencias del Edificio “Adolfo Sánchez Vázquez” de la Facultad de Filosofía y Letras, en horario de 12:00 a 14:00 hrs.

‘Los cañones de yeso’ por Óscar Santana

“…la imaginación puede vincular realmente sin la verdad, y por medio de la imaginación sujetar verdaderamente al vinculable. Ciertamente, aunque no exista el infierno, la creencia y la fantasía del infierno, sin tener un fundamento de verdad, verdaderamente produce un verdadero infierno; pues la representación imaginaria posee su verdad, de donde resulta que no solamente en verdad actúa, sino también por medio de ella el vinculable es real y poderosísimamente atado, y con la eternidad de la creencia y de la fe sea efectivamente un eterno atormentado del infierno…” [Giordano Bruno, De vinculis in genere, Traducción de Ernesto Schettino, Editorial Pax, II, XXX, pág. 80.]

Link al video:

The Borgias, Temporada II, Capítulo 3, “The beautiful deception”

Comentario:

¿Qué es lo primero que nos viene a la mente al escuchar palabras como imaginación o fantasía? ¿Las pinturas surrealistas, los sueños, las ilusiones, nuestras fantasías diurnas, los cuentos de hadas, el cine de ciencia ficción? Todos estos elementos tienen en común el hecho de no existir como tal en la realidad. Precisamente una de las funciones de la fantasía consiste en crear -a partir de elementos tomados del mundo real, por medio de los sentidos- nuevas construcciones, imágenes fantásticas, que en sentido estricto no se corresponden con la realidad. En ese sentido, no es raro que la fantasía y sus productos posean cierto carácter negativo, e incluso sean considerados como fuente de error.

Curiosamente, imaginación y fantasía son también dos términos fundamentales al interior de la magia bruniana. Que, en términos muy generales, consiste no en una suerte de modificación de la naturaleza externa, sino de la interna. Añadamos a esto que para Bruno todas las fuerzas mágicas dependen de los vínculos, y que éstos tienen una estrechísima relación con las imágenes fantásticas. De manera que el objetivo del mago de Bruno es manipular la fantasía de su presa. Dicho personaje no busca modificar los objetos físicos, sino las representaciones que de ellos tenemos. Y como tal, esta modificación tiene lugar en el mundo interno; es decir, en lo que hoy llamaríamos mente o psique humana.

Finalmente, el hecho de que este proceso sea interno, no implica que quede aislado en la mente. Si la imagen fantástica es bien elaborada y manipulada, se genera entonces un vínculo mágico y, lo más importante, una reacción que puede tener incidencia sobre el mundo externo. Es por ello que la imagen fantástica del infierno puede generar un verdadero tormento para quien cree fervientemente en él, aun cuando éste no exista. Es por la misma razón que el rey de Francia decide no atacar Roma; pues la imagen fantástica que se genera de Roma y sus cañones pesa más que la realidad misma, aun cuando aquella esté totalmente desprotegida y sus cañones no sean sino de yeso.

Óscar Santana

Un artificio vital para la memoria por Alejandro Flores Jiménez.

 

2. Tria subinde in arte humana omni esse debere memento: singula primo sapienter priusquam fiant excogitentur, secundo mature strenueque expediantur, tertio ea quae excogitata expromptaque sunt serventur atque viriliter defendantur.
3. Hinc tres Deos artibus omnibus praesidere tradit antiquitas: Pallada, Vulcanum et Martem. Haec est opifica quaedam numinum trinitas, Iovi summo rerum architecto semper adstans, ita ut quemadmodum trinitas tota ad Iovem, ita Vulcanus et Mars ad Palladem.

(Giordano Bruno, Sigillum sigillorum, parte I, parágrafo 2 y 3, ed. Tocco-Vitelli, p. 161.)

Traducción del pasaje:

2. “Recuerda que en toda práctica humana deben seguirse tres cosas inmeditamente: en primer lugar, cada cosa debe ser ideada sabiamente antes de realizarse; en segudo lugar, debe ser ejecutada oportuna y resueltamente; en tercer lugar, las cosas que han sido ideadas y desplegadas deben ser observadas y defendidas valientemente.
3. De aquí que la Antigüedad transmite que tres dioses presiden todas las prácticas: Palas, Vulcano y Marte. Esta es una cierta trinidad de divinidades artífice, que siempre asiste a Júpiter, sumo arquitecto de las cosas, de tal modo que, así como la trinidad toda asiste a Júpiter, así Vulcano y Marte asisten a Palas.

Comentario:

Una de los problemas más comunes en la consecución de los objetivos del filósofo es la inestabilidad del alma a la hora de realizar y mantener sus empresas con vistas al mejoramiento de la misma, o en términos platónicos, con vistas a la consecución del bien del alma que significa la virtud. Por ello, aunándose claramente con esta empresa platónica, Giordano Bruno nos regala al comienzo de su Sigillum sigillorum un sello, es decir, una imagen mnemotécnica que debe quedar impresa en nuestra alma para auxiliarla en los momentos en que ésta flaquee a causa de las vicisitudes de la vida cotidiana y los peligros de la costumbre y el vicio.
En efecto, en dicho pasaje Bruno enumera los tres componentes que toda práctica debe considerar en su realización, esto es, idear, ejecutar y mantener aquello que se ha determinado sabiamente como lo óptimo a realizar. Para poder retener estos tres momentos en la construcción y afianzamiento de una práctica, Bruno nos propone una imagen trina de los dioses grecorromanos: Palas, diosa de la sabiduría; Vulcano, dios forjador del hierro y Marte, dios de la guerra, de la perseverancia y de la disciplina. Tal triada, nos dice Bruno, asiste a Júpiter, que es figurado por Bruno como sumo arquitecto, es decir, como el que puede edificar cualquier cosa y, por ello mismo, como representante de la instancia del alma capaz de edificar una sabia y bella imagen de la misma, esto, con la asitencia de la acción meditada sabiamente, de la ejecución resuelta y de la valiente defensa de lo meditado y resuelto.
Por tanto, si nos esforzamos en grabar en nuestra fantasía y posteriormente en nuestra memoria una imagen como la propuesta por Bruno, imprimiremos en nuestra alma un sello con cuatro elementos que saldrán a nuestro encuentro cada vez que los necesitemos para auxiliarnos en la adquisición de lo mejor y en el rechazo de lo defectuoso.